¿Estás terminando la carrera y sueñas con dar tus primeros pasos en el mundo laboral? Cómo conseguir prácticas profesionales puede parecer un desafío abrumador, especialmente cuando aún no tienes experiencia. Sin embargo, cada año miles de estudiantes logran incorporarse como becarios sin experiencia a empresas donde aprenden y crecen.
En este post te guiaremos, paso a paso, para que tú también puedas buscar prácticas universitarias de forma efectiva y obtener esa oportunidad que impulse tu carrera. Sigue leyendo para descubrir dónde y cómo conseguir prácticas profesionales o pasantías, qué recursos utilizar y cómo prepararte para lograr prácticas en empresa exitosas.
¿Por qué son importantes las prácticas profesionales?
Las prácticas profesionales son mucho más que un requisito académico: son tu puerta de entrada al mundo laboral. Imagina poder aplicar por fin todo lo aprendido en clase en un entorno real, conocer cómo funciona una empresa desde dentro y empezar a crear tu red de contactos profesional. Para muchos estudiantes, las prácticas representan la primera experiencia laboral y una oportunidad de oro para encaminar su futuro profesional.
De hecho, las cifras respaldan su importancia. Según un reciente Eurobarómetro, en España el 42% de los jóvenes consigue un empleo en la misma empresa donde realizó sus prácticas. ¡Casi la mitad logran quedarse! Este dato supera incluso la media europea. Además, destaca el dato de que 4 de cada 5 jóvenes europeos realizan al menos una práctica durante su formación, lo que refleja lo extendidas y valoradas que están estas experiencias. Las empresas también ven las prácticas como una forma de captar talento joven y formar futuros empleados a su medida.
¿Qué ganas tú realizando prácticas en empresa? Mucho más que unas líneas en el currículum. Obtendrás experiencia real, desarrollarás habilidades profesionales (trabajo en equipo, comunicación, responsabilidad…), conocerás cómo es el día a día en tu sector y podrás aclarar tus intereses de cara al futuro. Incluso si son prácticas universitarias sin remuneración elevada, la recompensa en aprendizaje y contactos puede ser enorme. Y quién sabe, esa empresa de prácticas podría hacerte una oferta de trabajo al graduarte.
En resumen, las prácticas profesionales son un trampolín hacia tu carrera. Atraen la atención de empleadores futuros en tu CV y te dan confianza para afrontar nuevos retos. Ahora que entendemos por qué son tan importantes, pasemos a la siguiente fase: cómo despertar tu interés y motivarte para conseguir la práctica ideal.
Beneficios de hacer prácticas y primeras estrategias
Ahora, veamos en detalle cómo pueden beneficiarte y qué estrategias iniciales debes considerar. Esto mantendrá tu interés en seguir leyendo y, sobre todo, en ponerte manos a la obra.
Ventajas de realizar prácticas profesionales durante la universidad
Realizar prácticas mientras estudias tiene múltiples ventajas:
Experiencia laboral temprana: Te permiten adquirir experiencia incluso antes de graduarte. Así podrás presentarte a futuras ofertas de empleo con algo más que tu título universitario.
Aplicar conocimientos teóricos: Todo lo aprendido en clases encuentra un sentido práctico. Verás cómo esas teorías se usan para resolver problemas reales en la empresa.
Networking: Conocerás profesionales de tu sector. Hacer contactos (jefes, compañeros, clientes) te puede abrir puertas más adelante. Tu tutor de prácticas podría convertirse en tu mentor o en tu primer referente en el mundo profesional.
Orientación profesional: Descubrirás si realmente te gusta trabajar en ese campo. A veces, unas prácticas te hacen ver que prefieres otra rama, o por el contrario, confirman tu vocación.
Posibilidad de continuar en la empresa: Como vimos, es frecuente que tras unas prácticas bien aprovechadas, la empresa quiera retenerte. Si demuestras actitud y aprendizaje, podrías recibir una oferta de contrato al terminar la pasantía.
Con tantos beneficios, es natural que quieras conseguir unas prácticas lo antes posible. Pero, ¿por dónde empezar si nunca has trabajado? Aquí te daremos un plan claro paso a paso para pasar del interés a la acción concreta.
Supera el miedo a no tener experiencia (¡todos empezamos igual!)
Junto con la pregunta de “¿Cómo conseguir prácticas profesionales?” es normal pensar: “¿Quién va a quererme de becario si no tengo experiencia?”. La realidad es que las prácticas están pensadas justamente para quienes no tienen experiencia. Las empresas no esperan que domines todo desde el día uno; valoran tu potencial, tus ganas de aprender y tu formación académica.
Si eres un becario sin experiencia, ten en cuenta estos puntos iniciales:
Potencial > Experiencia: Tú ofreces potencial, frescura y conocimientos actualizados de tu carrera. Muchas empresas buscan eso en un becario.
Actitud y ganas: Muestra entusiasmo por aprender. Una actitud proactiva puede pesar más que un CV vacío. Si demuestras iniciativa (por ejemplo, ofreciendo ayudarte en distintas tareas o proponiendo ideas), destacarás.
Formación adicional: Si te preocupa tu falta de experiencia, refuerza tu perfil con cursos, idiomas o habilidades informáticas. Cualquier certificación o proyecto universitario cuenta. ¿Hiciste un proyecto interesante en clase? ¿Participaste en alguna actividad extracurricular? Inclúyelo, porque refleja habilidades prácticas.
Recuerda: todos los profesionales tuvieron un inicio. Nadie nace con experiencia. Las prácticas en empresa precisamente existen para formarte. Con esta mentalidad positiva, ya podemos pasar a la siguiente sección, donde despertaremos tu deseo de actuar proporcionándote los recursos y pasos concretos para conseguir tus prácticas.
Guía paso a paso para conseguir prácticas profesionales
Ahora que sabes lo valiosas que son las prácticas, te detallaremos cómo conseguir una práctica profesional paso a paso. Verás recursos específicos, ejemplos reales y consejos prácticos en cada etapa. Empezarás a imaginarte buscando ofertas, enviando tu CV, pasando entrevistas… ¡y logrando tu plaza de becario!
Vamos a estructurar esta guía en pasos claros, para que puedas seguirla fácilmente. Cada paso contiene consejos y tips accionables. Además, te daremos ejemplos de portales donde buscar, programas de becas que existen y estrategias que funcionan.

Paso 1: Define qué tipo de prácticas buscas y cuándo realizarlas
El primer paso es tener claro tu objetivo. No todas las prácticas son iguales ni todos los estudiantes buscan lo mismo. Pregúntate:
¿En qué sector o departamento te gustaría hacer prácticas? Por ejemplo, marketing, ingeniería, recursos humanos, laboratorio, etc. Enfócate en tu área de estudios o en aquella donde quieras desarrollarte.
¿Prefieres una gran empresa, una startup o una ONG? Cada entorno ofrece experiencias distintas. Una multinacional puede darte visión global y prestigio, una startup más polivalencia y cercanía al proceso completo, una ONG un propósito social. Lo importante aquí es valorar la dificultad que vas a encontrar a la hora de saber cómo conseguir prácticas profesionales en el lugar que elijas.
¿Cuándo puedes hacer las prácticas? Define si las harás durante el curso (a tiempo parcial) o en verano/año sabático (tiempo completo). También verifica si deben ser prácticas curriculares (integradas en tu plan de estudios) o extracurriculares (voluntarias). Las curriculares suelen hacerse en el último año de carrera y con una duración establecida por la universidad, mientras que las extracurriculares son más flexibles en fechas.
¿Cuántas horas puedes dedicar? Si estás en clase, quizás solo puedas media jornada. En verano podrías jornada completa. Muchas ofertas especifican el horario, así que ten decidido lo que te conviene.
¿Estarías dispuesto a hacer prácticas fuera de tu ciudad o en el extranjero? Esto amplía el abanico. Hay programas de movilidad (como Erasmus Prácticas) para hacer pasantías internacionales. Si mudarte es una opción, considera destinos posibles.
Enfócate
Definir estos aspectos te ayudará a saber cómo conseguir prácticas profesionales. Por ejemplo, no es lo mismo buscar “prácticas en marketing remoto 20h/semana” que “prácticas de ingeniería en planta a jornada completa”. Mientras más claro tengas qué quieres y puedes hacer, más enfocadas serán tus acciones posteriores.
Tener objetivos claros también te prepara para las entrevistas: los entrevistadores valorarán que sepas por qué quieres esa práctica en concreto. Además, escoger bien tus preferencias evitará que aceptes algo que no encaja y termines frustrado.

Paso 2: Prepara un CV y carta de presentación atractivos (aunque no tengas experiencia)
Con tus metas definidas, toca preparar la candidatura. Este paso es fundamental para causar una buena impresión cuando postules a ofertas. Incluye dos elementos: el currículum vitae (CV) y la carta de presentación (o carta de motivación).
¿Cómo hacer un CV si no tienes experiencia laboral? Enfócate en tus estudios, logros académicos y habilidades. Algunos consejos prácticos para aquellos que os preguntáis cómo conseguir prácticas profesionales:
Coloca primero tu formación académica: carrera, universidad y fechas. Si has obtenido buenas calificaciones o algún reconocimiento (beca, matrícula de honor), menciónalo.
Añade las prácticas o proyectos académicos relevantes: por ejemplo, trabajos en grupo, tu proyecto de fin de grado, voluntariados universitarios, etc. Todo suma. Si programaste una aplicación en una asignatura o hiciste un estudio interesante, destácalo brevemente.
Resalta tus habilidades: idiomas (muy valorados; ej. inglés B2, francés A2), informática (manejo de Excel, AutoCAD, SPSS, lo que aplique a tu sector), y otras competencias como trabajo en equipo, oratoria (si hiciste exposiciones), organización (si compaginaste estudios con otras actividades), etc.
Incluye cualquier experiencia extracurricular: ¿fuiste parte de una asociación estudiantil, hiciste voluntariado, o incluso trabajos de verano? Por ejemplo, trabajar de cara al público te da habilidades comunicativas; participar en un club de debate muestra capacidad de argumentación. Esto demuestra iniciativa.
Presenta tu perfil con un pequeño resumen personal al inicio: 2 o 3 líneas mencionando tu especialidad, tus objetivos (buscar unas prácticas en X para desarrollarte en Y) y rasgos positivos (responsable, con ganas de aprender, etc.).
En cuanto al diseño, el CV debe ser claro y profesional. Usa una plantilla sencilla, una página de extensión (dos como máximo), sin faltas de ortografía. Puedes apoyarte en herramientas como Canva o modelos de Word específicos para CV.
La carta de presentación es igualmente importante cuando buscas prácticas. Es un breve escrito (un par de párrafos) donde expresas por qué te interesa la práctica y qué puedes aportar. Personalízala para cada empresa u oferta, evitando generalidades. Algunos tips:
Dirige la carta a la empresa por su nombre y, si sabes, a la persona encargada de selección.
En el primer párrafo, indica qué estudio (por ejemplo, “Soy estudiante de 3º de Administración y Dirección de Empresas en la Universidad X”) y que estás buscando unas prácticas en X área.
Explica por qué te atrae esa empresa o posición: muestra que conoces la empresa y que tienes motivación genuina. Ejemplo: “Me entusiasma la posibilidad de aprender en el departamento de marketing de [Empresa], ya que admiro sus campañas innovadoras y podría aplicar mis conocimientos de marketing digital adquiridos en la carrera”.
Destaca tus habilidades o logros relevantes: aunque no hayas trabajado, puedes mencionar cosas como “Mis compañeros me eligieron coordinador del proyecto final de la asignatura Tal, lo que me permitió desarrollar capacidades de liderazgo y gestión de tiempo” o “En mis estudios he realizado presentaciones mensuales en inglés, mejorando considerablemente mi comunicación en este idioma”.
Cierra expresando tu disposición: “Me encantaría poder aportar mi energía y ganas de aprender al equipo, y estoy disponible para una entrevista cuando lo consideren oportuno. Muchas gracias por su tiempo”.
Recuerda adjuntar o subir ambos (CV en PDF y carta) en las plataformas que lo requieran. Un CV bien hecho te abrirá la puerta a entrevistas, incluso si tu experiencia es limitada. ¡Es tu herramienta de venta! Si necesitas ayuda, tu universidad probablemente ofrece asesoría para CV, o incluso puedes pedir a algún profesor o profesional que lo revise.
Consejo: Mantén tu perfil de LinkedIn actualizado con esta misma información. Muchas empresas y reclutadores de prácticas buscarán tu nombre en LinkedIn al recibir tu candidatura. Asegúrate de que tu perfil refleje lo mismo que tu CV (estudios, habilidades, foto profesional, breve extracto). Más adelante hablaremos de LinkedIn como herramienta para encontrar prácticas.
Paso 3: Dónde buscar prácticas universitarias: portales de empleo y sitios web clave
Con tu CV listo, empieza la búsqueda activa de ofertas. Hoy en día, Internet es el primer lugar al que acudir para saber cómo conseguir prácticas profesionales. Si te preguntas dónde encontrar pasantías, la respuesta está en aprovechar los numerosos portales de empleo y plataformas especializadas para estudiantes. Aquí tienes los recursos online más importantes para encontrar prácticas en empresa:
InfoJobs: Es uno de los portales de empleo líderes en España y cuenta con miles de ofertas de prácticas. Dentro de InfoJobs puedes filtrar por tipo de contrato “beca/prácticas” o por palabras clave como “becario” o “prácticas”. Muchas empresas publican aquí sus vacantes para estudiantes. Por ejemplo, si buscas “becario ingeniería Madrid”, aparecerán listados de oportunidades. Navega regularmente por InfoJobs y configura alertas de nuevas ofertas para no perderte ninguna. ¡Encontrarás desde prácticas en multinacionales hasta en startups locales!
LinkedIn (apartado Empleos): La red profesional LinkedIn no solo sirve para “tener perfil”, también tiene una sección de empleos potente. Usando el buscador de LinkedIn Jobs, puedes filtrar por prácticas (incluso hay un filtro específico de “Prácticas” o “Internship”). Además, seguir a empresas en LinkedIn te permite enterarte cuando publican convocatorias para becarios. Un truco: en tu propio perfil, activa la opción “Intereses de empleo” indicando que buscas prácticas, para aparecer en las búsquedas de reclutadores. LinkedIn es excelente para prácticas porque te muestra contactos que trabajan en esas empresas, lo que facilita luego el networking.
Universia Empleo: Universia es un portal orientado a universitarios, respaldado por Banco Santander, que recopila ofertas de primer empleo y prácticas por toda España. En su web de empleo puedes filtrar por categoría, provincia, etc., y suelen publicar ofertas específicamente dirigidas a estudiantes y recién graduados. Por ejemplo, es común ver prácticas en bancos, empresas colaboradoras de Santander, PYMEs, etc. Universia también ofrece orientación laboral y consejos en su blog para mejorar tu empleabilidad.
Infoempleo, StudentJob y otros portales: Además de los anteriores, existen sitios como Infoempleo, PrimerEmpleo.com, StudentJob, Jobandtalent (que tiene sección de becas) o incluso Indeed (buscador global de empleos) donde puedes encontrar pasantías. Un simple filtro por “prácticas” en Indeed.es te listará muchas opciones recopiladas de distintas webs. Cuantas más plataformas revises, más posibilidades. Eso sí, no apliques a lo loco: lee bien requisitos y ajusta tu CV/carta a cada oferta importante.
Webs de empresas y bolsas específicas: Si tienes empresas objetivo en mente, visita directamente sus páginas de “Carreras” o “Empleo”. Muchas grandes compañías (telefónicas, energéticas, consultoras, etc.) tienen programas de prácticas propios anunciados en su web corporativa. Del mismo modo, algunas universidades tienen su propio portal de prácticas (a veces llamado Bolsa de Prácticas o COIE -Centro de Orientación e Información de Empleo-). Consulta la web de tu facultad; puede haber ofertas exclusivas de convenios con la universidad.
Estos portales en línea son excelentes lugares para saber cómo conseguir prácticas profesionales. Nuestra recomendación es que te organices un poco: por ejemplo, dedica un rato cada 1-2 días a revisar InfoJobs y LinkedIn (donde puedes guardar búsquedas), y quizás una vez por semana echa un vistazo a Universia u otros portales adicionales. Configura notificaciones por email si la plataforma lo permite, con palabras clave como “prácticas”, “becario” o tu campo (“prácticas marketing”, “internship engineering”, etc.).
Si en paralelo a tu búsqueda de prácticas tienes que avanzar con tu proyecto académico final, como el TFG o TFM, recuerda que en TFGonline cuentas con un servicio de redacción de TFG profesional, y también con redacción de TFM para ayudarte. Así puedes centrarte en encontrar y aprovechar tus prácticas, sin descuidar tu titulación.
Paso 4: Ferias de empleo universitarias y candidaturas espontáneas (el contacto directo)
Además de Internet, no subestimes las oportunidades off-line. Muchas veces, el contacto personal puede abrirte puertas que una solicitud online no logra. Aquí entran en juego las ferias de empleo, los eventos de networking y las candidaturas espontáneas enviadas directamente a empresas.
Ferias de empleo universitarias: La mayoría de universidades en España organiza cada año ferias o foros de empleo para sus estudiantes. Suelen celebrarse en los meses de febrero a mayo, y reúnen en el campus a numerosas empresas con stands informativos. Por ejemplo, universidades como la Carlos III de Madrid, la Autónoma de Madrid, la de Valencia, la de Deusto, etc., celebran anualmente eventos donde cientos de estudiantes conectan con reclutadores. En estas ferias, puedes entregar tu CV en mano, preguntar sobre becas, e incluso hacer pequeñas entrevistas informales al momento.
Preparación para la feria: Investiga qué empresas asistirán (las universidades suelen publicar el listado y agenda de actividades). Lleva varias copias de tu CV. Vístete de forma profesional (no necesariamente traje, pero sí ropa formal-casual limpia y ordenada). Practica una breve presentación sobre ti, tipo “elevator pitch” de 30 segundos, para presentarte en cada stand: quién eres, qué estudias, y tu interés en la empresa.
Qué hacer allí: Aprovecha para hablar con los representantes. Pregunta qué perfiles de becarios buscan, qué procesos de selección tienen para prácticas, etc. Muéstrate entusiasta y curioso. Si alguna empresa te interesa mucho, podrías preguntar si ofrecen prácticas en empresa a tu perfil y cómo postular (quizá te indiquen un portal o contacto específico). También asiste a las charlas y talleres que suelen acompañar la feria: a veces hay talleres de CV, simulacros de entrevista, mesas redondas con ex-becarios contando su experiencia… ¡oro puro para alguien en tu situación!
Seguimiento: Después de la feria, conecta en LinkedIn con las personas que conociste (menciona que los saludaste en la feria). Envía tu CV por email si te lo solicitaron o inscríbete en las webs que te recomendaron. Este seguimiento demuestra interés y te mantendrá presente en la mente de los reclutadores.
Networking y contactos personales: Además de las ferias, hablar con gente es una estrategia muchas veces subestimada. Comenta a tus profesores que buscas prácticas; a veces las universidades reciben ofertas directamente y los profesores pueden recomendar estudiantes destacados. Habla con compañeros de cursos superiores o recién graduados: ¿dónde hicieron prácticas ellos? ¿Les contrataron? Pídeles consejos o incluso si pueden referenciarte donde estuvieron. La clásica frase “quien tiene un amigo, tiene un tesoro” aplica aquí: tu tío, vecino o conocido podría trabajar en una empresa que justo necesita un becario. No se trata de enchufe, sino de información privilegiada. Muchas vacantes no se publican porque se cubren por referidos internos.
Actualmente existen eventos de networking para jóvenes profesionales en muchos sectores (meetups de programación, conferencias de biotecnología, etc.). Si asistes, llévate alguna tarjeta personal (puedes hacer tarjetas simples con tu nombre, contacto y grado que estudias) y anímate a decir que buscas oportunidades de prácticas. Nunca sabes de dónde saldrá la ocasión.
Candidaturas espontáneas a empresas: Si hay una empresa o institución donde te encantaría hacer prácticas, no esperes a ver publicada una oferta: ¡toma la iniciativa y contáctalos! Prepara una versión de tu carta de motivación dirigida específicamente a esa empresa, explícales tu interés en hacer prácticas con ellos (resaltando qué podrías aprender y aportar) y envíala junto con tu CV al departamento de RR.HH. o a través de su formulario de contacto. Algunas empresas tienen habilitado en su web un apartado de “Envíanos tu CV” aunque no haya posiciones abiertas. Muchas veces, si tu perfil interesa, te guardarán en base de datos y te llamarán cuando surja algo.
Este método requiere más proactividad y quizás recibas silencios, pero a veces llega en el momento justo. Por ejemplo, puede que una empresa pequeña no tenga un programa formal de becarios, pero si les escribes ofreciendo hacer prácticas con convenio de tu universidad, lo consideren y te creen un puesto ad hoc. ¡No pierdes nada por intentarlo! Eso sí, sé profesional en el contacto (un correo bien escrito, formal y breve) y evita el spam (no mandes el mismo correo genérico a 100 empresas a la vez, mejor selecciona 5-10 que realmente te interesen y personaliza).

Paso 5: Programas institucionales de prácticas y becas para estudiantes
Otra posible solución a cómo conseguir prácticas profesionales son los programas de becas y prácticas institucionales impulsados por universidades, fundaciones o administraciones públicas. Estos programas suelen facilitar o incluso financiar tu estancia como becario. Conocerlos ampliará tu rango de opciones y puede hacer más sencillo el proceso de incorporación.
Algunos programas destacados en España (y cómo aprovecharlos):
Becas Santander de Prácticas: Banco Santander, a través de Santander Universidades, lanza cada año iniciativas para fomentar prácticas en PYMEs y otras organizaciones. Por ejemplo, las Becas Santander-CRUE-CEPYME ofrecían ayudas económicas para que estudiantes realizaran prácticas en pequeñas empresas. Actualmente, Santander ha anunciado programas como “Complemento para Prácticas Profesionales”, con ayudas de 500€ para miles de universitarios. La mecánica suele ser: te inscribes en la plataforma Santander Universidades (Openbank o Becas Santander), rellenas tu perfil, y puedes optar a ofertas de prácticas con beca. Revisa la web de Becas Santander periódicamente, especialmente a inicios de año académico, que es cuando abren convocatorias. Este apoyo extra económica viene genial si la práctica es fuera de tu ciudad o con remuneración baja.
Programas Erasmus+ Prácticas: ¿Te gustaría hacer prácticas en el extranjero? Erasmus+ no es solo para estudiar, también financia prácticas internacionales. A través de Erasmus Prácticas puedes ir de 2 a 12 meses a una empresa o centro de investigación en Europa (y a veces otros destinos), con una beca mensual para ayudarte con los gastos. Debes gestionarlo mediante tu universidad, que suele tener una oficina de relaciones internacionales. Por lo general, tienes que buscar la empresa de destino por tu cuenta, pero una vez que la tienes, Erasmus te concede la ayuda económica. Algunas universidades publican ofertas ya establecidas con empresas extranjeras. Imagina hacer una pasantía en Francia, Alemania o Irlanda con ayuda Erasmus: mejorarás el idioma y harás CV internacional. Si te interesa, infórmate pronto, pues las solicitudes de Erasmus+ Prácticas suelen hacerse con varios meses de antelación al periodo de prácticas.
Becas ARGO y FARO: Son programas promovidos por el Ministerio de Educación español. Las Becas FARO (dirigidas a estudiantes) y Becas ARGO (para recién titulados) facilitan realizar prácticas en el extranjero con financiación estatal. Por ejemplo, las Becas FARO han permitido a alumnos españoles hacer prácticas de 6 meses en empresas de EE.UU., Canadá, Asia o Europa con gastos pagados. Las Becas ARGO, por su parte, ayudan a graduados a tener una primera experiencia internacional tras acabar la carrera. Son programas competitivos y por convocatoria: debes inscribirte cuando abran (normalmente a través de sitios oficiales como becasargo.es) y, si eres seleccionado, recibes una lista de destinos/ofertas posibles. Aunque requieren papeleo y buen nivel de inglés, son oportunidades únicas de formación global.
Fundación Universidad-Empresa (FUE): Esta fundación colabora con universidades y compañías para ofrecer programas para aquellos que se están planteando cómo conseguir prácticas profesionales. Uno conocido es Talentoteca (portal de prácticas de la FUE), donde empresas ofrecen becas con formación adicional incluida. Suelen ir dirigidos a estudiantes de últimos cursos y recién graduados. Por ejemplo, programas como GAIA, CITIUS (antiguo programa) y otros, gestionados por FUE, combinan prácticas remuneradas en empresas con cursos de posgrado gratuitos para el becario. Visita la web de la Fundación Universidad-Empresa y su plataforma Talentoteca para ver convocatorias vigentes.
Prácticas en administraciones públicas: No olvidemos que ministerios, ayuntamientos y organismos públicos también reciben becarios. Por ejemplo, el Congreso de los Diputados, museos nacionales, o el Instituto Cervantes ofrecen plazas de prácticas para estudiantes de ciertas titulaciones (generalmente a través de convenios con universidades). Suelen ser no remuneradas pero muy valoradas por la experiencia que brindan. Infórmate en tu facultad si existen convenios con instituciones públicas. Asimismo, programas como ICEX ofrecen becas de internacionalización (muy prestigiosas, aunque enfocadas a posgraduados, para prácticas en embajadas y oficinas comerciales españolas por el mundo).
Otros programas y bolsas de becas: Mantente atento a anuncios de tu universidad o en redes sociales sobre becas de prácticas. Por ejemplo, algunas Comunidades Autónomas lanzan sus propios programas (p. ej. “Becas Talentum” en colaboración con empresas tecnológicas, etc.). La Fundación SEPI suele gestionar becas de prácticas en empresas grandes (telefónicas, energéticas) para recién titulados, que también pueden interesarte al acabar la carrera.
Como ves, hay un abanico amplio de programas que van más allá de responder a ofertas en portales. Involucran a instituciones que te ayudan a conseguir la práctica y, a veces, aportan un apoyo económico o formativo. Participar en ellos requiere estar informado y cumplir ciertos requisitos (ser estudiante en cierto curso, nota media a veces, etc.), pero la recompensa puede ser una experiencia muy enriquecedora.
Consejo: Acude a la oficina de carreras o servicio de empleo de tu universidad y pregunta específicamente por programas de prácticas. Ellos te podrán orientar sobre convenios específicos de tu centro, becas vigentes ese año e incluso ayudarte con las inscripciones. No todos los estudiantes aprovechan estos recursos ¡y es una pena! Tú sé de los proactivos que exprimen todas las opciones.
Enlace interno útil: ¿Sabías que incluso para proyectos académicos fuera de la universidad puedes encontrar ayuda? Si cursas estudios de posgrado o especiales que requieren un Trabajo Fin de Estudios (TFE), también existe soporte. Por ejemplo, TFGonline ofrece asistencia en la redacción del TFE y otros proyectos académicos. De este modo, si logras una práctica exigente, podrás compaginarla con éxito con tu proyecto final contando con asesoramiento profesional.
Paso 6: Claves para la entrevista de prácticas y fase final de selección
¡Enhorabuena! Has enviado CVs, te has apuntado a múltiples ofertas y programas, y finalmente te han llamado para una entrevista (o varias). Esta etapa es decisiva para convertir todo el trabajo invertido en descubrir cómo conseguir prácticas profesionales en una oferta real de prácticas. ¿Cómo prepararte y qué esperar?
Antes de la entrevista
Investiga sobre la empresa que te citó. Repasa su web, su misión, productos o proyectos recientes. Piensa en cómo tu perfil puede encajar y qué puedes aportar. Preparar esta información te dará seguridad y te permitirá responder mejor a “¿Por qué quieres hacer prácticas con nosotros?” o “¿Qué sabes de nuestra empresa?”.
Revisa tu propio CV y carta, porque seguramente te pregunten sobre algo que mencionaste. Si pusiste que hablas alemán, prepárate por si cambian a ese idioma un momento. Si anotaste que manejas cierto software, asegúrate de poder hablar de ello. Estudia qué te motivo a preguntarte cómo conseguir prácticas profesionales, porque muy probablemente te lo pregunten. La respuesta parece obvia, pero no caigas en clichés.
Practica preguntas comunes: Aunque sea tu primera entrevista, puedes ensayar respuestas a cuestiones típicas: “Háblame de ti”, “¿Qué esperas aprender en las prácticas?”, “¿Cuáles son tus puntos fuertes y alguna área de mejora?”, “Cuéntame de un reto al que te hayas enfrentado en tus estudios y cómo lo superaste”. No se trata de llevar un guion memorizado, pero tener claras algunas ideas te ayudará a no quedarte en blanco.
Prepara preguntas para ellos: Casi siempre te darán la oportunidad de preguntar algo. Haz al menos una pregunta inteligente, demuestra interés. Por ejemplo: “¿Qué tareas realizaría el becario en el día a día?”, “¿Hay posibilidad de rotar por varios departamentos durante la práctica?”, “¿Cómo es la evaluación o el seguimiento de las prácticas?”. Esto muestra proactividad y que realmente te interesa la experiencia, no solo “tener cualquier práctica”
El día de la entrevista
Puntualidad y presentación: Llega a la hora (o con 5-10 minutos de margen). Si es virtual, conéctate unos minutos antes para comprobar audio/vídeo. Viste profesional pero acorde a la cultura de la empresa (para dudas, mejor pasarse de formal que de informal).
Comunicación y actitud: Saluda con una sonrisa y da la mano firme (si es presencial). Mira a los ojos o a la cámara al hablar. Muestra entusiasmo al responder, pero también escucha con atención las preguntas para contestar lo que te piden. Mantén una actitud humilde pero segura: estás para aprender, nadie espera que lo sepas todo, así que si te preguntan algo técnico que no conoces, puedes decir “no lo he visto aún, pero aprendo rápido y me encantaría formarme en ello”.
Muestra tu motivación: Muchas decisiones de selección de becarios se basan en quién parece más motivado e interesado genuinamente. Destaca lo que te atrae de esa práctica, lo que te gustaría aportar. Por ejemplo: “Me encanta la idea de unirme a su equipo de ingeniería porque sigo sus proyectos en redes sociales y me fascina el enfoque innovador que tienen; creo que aprendería muchísimo aquí”.
Sé tú mismo (versión profesional): No intentes aparentar algo que no eres, pero sí tu versión más responsable. Si surge la típica pregunta sobre hobbies o vida personal, puedes mencionar algo breve que refleje cualidades positivas (deporte en equipo, lectura de cierto género, voluntariado, etc.), pero mantén el foco en lo profesional.
Condiciones de la práctica: Es válido preguntar aspectos prácticos si no los mencionan ellos: horario, duración, si hay ayuda al estudio (remuneración) o si requieren convenio con la universidad. No es recomendable preguntar muy directamente por el dinero en la primera entrevista de prácticas, pero sí puedes formularlo sutil: “¿Esta práctica está vinculada al programa de becas de la universidad (lo que implicaría una ayuda al estudio)?” por ejemplo. En muchos casos te dirán espontáneamente “la beca incluye X euros al mes”.
Después de la entrevista
Envía un correo de agradecimiento breve, preferiblemente el mismo día o al siguiente, a la persona que te entrevistó (si tienes su email). Agradece la oportunidad de hablar con ellos y reafirma tu interés en la posición. Algo como: “Muchas gracias por la entrevista de hoy. Ha sido muy interesante conocer más sobre [empresa] y el puesto de prácticas. Quedo muy ilusionado con la posibilidad de unirme a su equipo. Un cordial saludo,”. Pocos candidatos hacen este follow-up, y puede hacerte destacar por cortesía y motivación. Es la clave que marca la diferencia en el proceso frente a otros candidatos que también se preguntaron en algún momento cómo conseguir prácticas profesionales.
Luego, a esperar noticias. Ten paciencia, a veces los procesos de selección de prácticas toman algunas semanas porque entrevistan a varios candidatos y además deben gestionar el convenio con la universidad. Si pasa el plazo que te indicaron sin respuesta, puedes enviar un mensaje educado preguntando por el estado del proceso.
Paso 7: ¡Consigue tu práctica y lánzate a la experiencia!
Si has seguido todos estos pasos, estás mucho más cerca de conseguir esas prácticas profesionales que deseas. Es momento de pasar a la acción. En esta sección, te motivamos a dar el paso final y te resumimos las acciones clave que puedes emprender desde hoy mismo para lograr tu objetivo.
Checklist de acciones inmediatas que te ayudar a saber cómo conseguir prácticas profesionales:
Actualiza tu CV y LinkedIn con los consejos dados. Dedica unas horas a pulir esos documentos; son tu pasaporte a las entrevistas.
Busca y lista al menos 5 ofertas de prácticas que te interesen esta semana. Entra a InfoJobs, LinkedIn Jobs, Universia u otro portal, y guarda o aplica a varias ofertas ya mismo. No esperes a “mañana”, las mejores oportunidades vuelan.
Pregunta en tu universidad: envía un email al responsable de prácticas de tu facultad o acércate a la oficina de orientación. Infórmate de convenios, plazos para firmar acuerdos y programas como Erasmus o becas que puedas solicitar. Deja claro que estás disponible y con ganas.
Agenda ferias o eventos: Averigua si próximamente hay alguna feria de empleo universitaria (o general) en tu ciudad o virtual. Anótala en calendario y planifica tu asistencia. Si no hay en el corto plazo, busca eventos sectoriales o webinars de empleo donde puedas hacer networking.
Contacta a 2 personas de tu red que puedan darte orientación o referencias. Piensa en algún profesor, exalumno conocido, familiar o amigo en una empresa. Escríbeles un mensaje cordial comentando que buscas prácticas en X área y aprecias cualquier consejo o aviso de oportunidad. Nunca se sabe quién puede referirte a tu futuro puesto.
Explora programas especiales: Revisa la web de Becas Santander y la de Fundación Universidad-Empresa (Talentoteca) por si hay convocatorias abiertas de prácticas en tu campo. Marca en tu agenda las fechas importantes (p. ej., convocatoria Erasmus prácticas de tu uni).
De la teoría a la práctica
Al realizar estas acciones, pasarás de la teoría a la práctica (¡nunca mejor dicho!). Cada pequeña iniciativa te acerca a esa meta. Puede que no obtengas respuesta de todos los sitios donde postules, puede que recibas algún “no, gracias” en el camino. No pasa nada: la búsqueda de prácticas también es un aprendizaje en perseverancia.
Mantén la motivación alta. Visualiza lo positivo: pronto podrías estar el lunes por la mañana entrando a una oficina o conectándote con un equipo, aprendiendo cosas nuevas y dando tus primeros pasos profesionales. Esa imagen debe impulsarte a insistir. Todos esos correos enviados, esos CV adaptados, darán su fruto.
Conviértete en protagonista de tu carrera: No esperes a que la oportunidad llegue a ti, ¡sal a buscarla con determinación! Ten por seguro que la recompensa merece la pena. Las prácticas que consigas no solo te enseñarán sobre un trabajo, sino sobre ti mismo, tus gustos, tu forma de desenvolverme fuera del entorno académico.
Y recuerda, si en paralelo necesitas apoyo con tus responsabilidades académicas (exámenes, proyectos finales, etc.), es totalmente válido apoyarse en servicios profesionales o en la ayuda de tus tutores. Lo importante es que logres un equilibrio para aprovechar al máximo esta etapa.
En conclusión, queremos transmitirte confianza: con la preparación adecuada y utilizando todos estos recursos, es fácil saber cómo conseguir prácticas profesionales, y sí es posible conseguir prácticas profesionales. Miles de estudiantes en España lo logran cada año y tú puedes ser el próximo. Así que, ¿a qué esperas? Empieza hoy mismo con estos pasos y pronto estarás viviendo tu primera experiencia como becario.
¡Mucho ánimo en tu búsqueda!
Preguntas frecuentes sobre cómo conseguir prácticas profesionales
Sabemos que seguirás teniendo dudas. Es normal, es un paso importante en tu vida. Pero tranquilo, todos pasamos por ahí alguna vez.
Lo ideal es comenzar a buscar con antelación de 3 a 6 meses antes de la fecha en que te gustaría iniciar las prácticas. Si quieres hacer prácticas en verano, por ejemplo, empieza a mirar ofertas hacia febrero o marzo.
Muchas empresas reclutan becarios de cara al verano durante la primavera. Si se trata de prácticas curriculares obligatorias en tu último año, infórmate en tu universidad desde el inicio del curso: suele haber plazos y convocatorias específicas.
En general, cuanto antes empieces, mejor; así podrás aplicar a más ofertas y repetir procesos si no consigues a la primera. Eso sí, tampoco busques con excesiva anticipación (más de un año vista) porque las empresas publican las vacantes cuando se acercan al periodo en que necesitan al becario. Un equilibrio bueno: empezar a moverte el semestre anterior.
La diferencia clave está en la vinculación con tus estudios: las prácticas curriculares forman parte del plan de estudios de tu carrera (suelen ser una asignatura obligatoria u optativa en el último curso).
Por ello, tienen una duración y requisitos determinados por la universidad y se evalúan (normalmente entregas una memoria y tu tutor en la empresa te califica junto con un profesor). En cambio, las prácticas extracurriculares son voluntarias, no otorgan créditos académicos.
Las puedes hacer por iniciativa propia en cualquier momento de la carrera, siempre que la universidad te pueda hacer un convenio de prácticas.
En ambas necesitas un convenio universidad-empresa (si eres estudiante) para realizarlas de forma legal. También suele pasar que las curriculares tienden a ser de menos horas (para compaginarlas con clases) mientras que las extracurriculares pueden ser más largas o intensivas (por ejemplo, prácticas de verano a tiempo completo).
Ambas cuentan como experiencia laboral en tu CV, solo que las curriculares además cuentan para tu nota final en la carrera. Conviene hacer al menos las curriculares si tu plan de estudios las incluye, y si puedes, complementar con extracurriculares para ganar experiencia adicional.
Una vez graduado, las opciones de prácticas con convenio universitario se reducen, ya que oficialmente dejas de ser estudiante. Sin embargo, todavía hay posibilidades: algunas universidades permiten que, hasta cierto tiempo tras egresar (por ejemplo, hasta 1 o 2 años después), puedas seguir realizando prácticas extracurriculares gestionadas por la universidad. Tendrías que consultarlo en tu centro. Otra vía son los contratos en prácticas: en España existe la figura contractual de “contrato en prácticas” para titulados recientes (hasta 3 años tras graduarte, 5 años si es con discapacidad). No es exactamente una beca, sino un contrato laboral con salario (normalmente un poco menor que un empleado junior, pero con alta en Seguridad Social). Muchas empresas contratan así a recién graduados en lugar de beca. También están los programas específicos para recién titulados, como las Becas ARGO (prácticas en el extranjero pagadas por el gobierno) o las que ofrecen grandes empresas y consultoras para graduados (a veces llamados graduate programs o junior programs). En resumen, sí puedes tener experiencias tipo “prácticas” tras graduarte, solo que no serán con el típico convenio de estudiante sino mediante otras fórmulas. Lo importante es que sigas buscando oportunidades de formación laboral aunque hayas terminado la carrera.
Depende del caso. Legalmente en España, las prácticas académicas no requieren remuneración, ya que se consideran formativas. Muchas prácticas curriculares (las obligatorias de la carrera) son no remuneradas o solo dan una pequeña ayuda al transporte/comida. Sin embargo, cada vez más empresas ofrecen una ayuda al estudio o beca mensual para atraer a buenos becarios, sobre todo en prácticas extracurriculares. Esta remuneración varía: puede ir desde 300-400 euros al mes en pymes hasta 600-800 euros (o más) en grandes empresas o en sectores muy demandados (tecnología, finanzas). También influye la dedicación horaria: si la práctica es de media jornada, la ayuda suele ser la mitad que la de jornada completa. Ten en cuenta que, aunque esté pagada, como becario no tienes salario ni contrato laboral normal, sino un convenio, por lo que no cotizas a la Seguridad Social (salvo convenio de prácticas extracurricular, en cuyo caso la empresa cotiza por ti con cuotas reducidas). En síntesis: no esperes grandes sueldos en prácticas, pero sí al menos una ayuda en muchos casos. Y recuerda, el principal pago durante las prácticas es la experiencia y la formación que recibes. Si el dinero es una preocupación, busca aquellas ofertas que explícitamente indiquen remuneración (muchas lo especifican en la descripción) o programas de becas con dotación económica (Santander, etc).
Conseguir prácticas sin experiencia previa es totalmente posible – de hecho, ¡es lo habitual! Las empresas no esperan que un becario tenga experiencia, sino que tenga formación y potencial. Para lograrlo igualmente, enfócate en destacar lo que sí tienes: tu educación, tus habilidades y tu actitud. En tu CV y carta de motivación, subraya asignaturas relevantes, proyectos académicos, manejo de idiomas o herramientas, y cualquier actividad en la que hayas demostrado iniciativa (desde ser delegado de clase hasta participar en un voluntariado). Muestra pasión por el campo en el que quieres la práctica: por ejemplo, si buscas prácticas en desarrollo web pero nunca has trabajado, puedes mencionar que has creado sitios web personales o que sigues las últimas tendencias en programación, etc. Personaliza cada solicitud al puesto ofrecido para que vean por qué te preguntas cómo conseguir prácticas profesionales. Además, prepárate muy bien las entrevistas para compensar tu falta de experiencia con buenas respuestas: explica que, aunque no tienes experiencia directa, aprendes rápido y estás muy motivado. Puedes dar ejemplos de cómo aprendiste algo complejo en la carrera o cómo te adaptaste a un reto nuevo. Por último, sé persistente. Al no tener experiencia, puede que te lleve enviar más candidaturas hasta conseguir una oportunidad, pero llega. Cada entrevista que hagas, aunque no resulte, te dará experiencia para la siguiente. Piensa que todos los becarios seleccionados un día estuvieron igual que tú: sin experiencia, pero con ganas. Tú serás el siguiente en lograrlo si mantienes esa determinación.
Sí, es muy posible realizar prácticas en el extranjero y es una experiencia altamente recomendable si te atrae. Hay varias formas de resolver la cuestión de cómo conseguir prácticas profesionales en el extranjero: la más común para estudiantes es a través del programa Erasmus+ Prácticas, que te permite ir a otro país europeo (y a veces asociados) con una beca de ayuda. Para ello, debes coordinarte con tu universidad; por lo general tú buscas la empresa o organismo fuera (por ejemplo, un laboratorio en Francia, una startup en Alemania, etc.), y cuando te aceptan, tu uni y la empresa firman un acuerdo Erasmus. Otras vías incluyen postular a ofertas internacionales en portales globales (LinkedIn permite filtrar por prácticas en cualquier país, también existen webs especializadas como GoAbroad, ErasmusIntern.org, etc.). Organizaciones como AIESEC gestionan intercambios de prácticas por el mundo, especialmente en áreas de gestión, educación o voluntariado, siendo otra puerta de acceso. También, como mencionamos, programas del gobierno español como Becas ARGO financian prácticas en empresas fuera de España para recién titulados, así que podrías planear irte después de graduarte con ese apoyo. Para buscar una pasantía internacional por tu cuenta, prepárate para un proceso similar al nacional pero en inglés (o el idioma del país destino): necesitarás CV y carta en ese idioma, y hacer entrevistas probablemente en inglés. Investiga requisitos de visado si sales de la UE, ya que algunos países exigen tramitar visas de prácticas. Sin duda, hacer prácticas en el extranjero implica salir de tu zona de confort, pero ganarás mucho: dominio de otro idioma trabajando, comprensión de culturas laborales distintas, y un plus enorme en tu CV que muchos empleadores valorarán. Si te interesa, empieza con tiempo (las gestiones pueden ser algo más lentas) y apóyate en tu universidad o entidades especializadas para encontrar la oportunidad adecuada. ¡El mundo entero puede ser tu campo de prácticas!