Pasos para realizar una revisión sistemática

revisión sistemática

Cómo hacer una revisión sistemática

Si perteneces al área de las ciencias de la salud, seguro has escuchado hablar de la revisión sistemática. Muchas veces, las etapas para realizarla pueden ser confusas. Por eso, en este post te explicaremos los pasos correctos para hacerla.

Revisión sistemática: ¿qué es?

Son artículos científicos que recopilan toda la información que se conoce de un tema en particular. Se utilizan en el área de la salud. Además, las revisiones surgen a partir de la formulación de una pregunta estructurada y de un protocolo de investigación.

Se trata de documentos de síntesis que indican cuáles son las evidencias actuales de un tema. A la vez, señalan en dónde deberían desarrollarse nuevas investigaciones. Por esos motivos, son trabajos que llevan meses de realización.

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Toda revisión sistemática arma un riguroso protocolo que explica la metodología, los criterios y el plan de análisis. De esta manera, aporta evidencias confiables y certeras. En otras palabras, para entregar buenos resultados, se utilizan métodos que aseguren la reducción de los sesgos y las limitaciones. Por eso, se utiliza el método científico. Con la particularidad de que, en las revisiones, el objeto de estudio no son pacientes, sino fuentes bibliográficas.

La organización que mundialmente produce y financia las revisiones sistemáticas es Cochrane. Se trata de una entidad de referencia mundial. Está compuesta por colaboradores que lideran la producción, difusión y actualización de las revisiones.

Si bien las revisiones sistemáticas se realizan siguiendo pasos diferentes al resto de las investigaciones académicas, es posible comprenderlas como tales debido a su complejidad y rigurosidad.

Pasos para realizarla

Las etapas a seguir son:

1. Formulación de la pregunta o de los objetivos de la revisión.

Lo primero que tienes que pensar son las preguntas y los objetivos. Ellos deben ser precisos y limitados. Por ejemplo, las preguntas pueden restringirse a la etiología de una enfermedad, al diagnóstico o pronóstico, a la prevención y tratamiento, etc. De esta manera, los trabajos de revisión responden exclusivamente a preguntas. Tomando el ejemplo anterior, podría ser: qué efectividad tiene un fármaco, qué intervención quirúrgica requiere tal enfermedad, etc.

2. Definición de las fuentes y del método de búsqueda.

Luego, tienes que investigar la bibliografía publicada y la no publicada. Recuerda que la búsqueda debe ser exhaustiva. En este momento es donde debes reducir al máximo los sesgos de información. Puedes obtener datos de: tesis, revistas sobre el tema, revistas no indexadas, búsqueda de obras no publicadas, registros de ensayos clínicos, presentaciones de congresos, etc. Debido al gran volumen de bibliografía, los investigadores buscan contenido mediante palabras claves y a través del uso de filtros metodológicos. En suma, debes diseñar un protocolo de investigación efectivo. Y deberá contar con su correspondiente metodología para tu revisión sistemática.

3. Definición y aplicación de criterios de selección de los estudios.

Cuando obtengas todas las fuentes de información posibles, tienes que evaluar cuáles sirven a los fines de tus objetivos. Es decir, tienes que pensar tus criterios de selección. Estos tienen la función de mantener la coherencia entre el tema de estudio y las preguntas de investigación. Estos criterios, también, definen las condiciones básicas de los diseños metodológicos.

4. Análisis crítico de los estudios.

Una vez que obtienes la información pertinente para tu revisión, tienes que estudiar la fiabilidad de las fuentes. Para eso, cada uno de los estudios o artículos que seleccionaste debe ser sometido a un método de análisis crítico. De esta manera, podrás examinar nuevamente y excluir los trabajos que no se ajusten a tu tema. Además, al considerar uno por uno los estudios seleccionados, las conclusiones de tu revisión pueden ir modificándose.

5. Extracción y síntesis de los resultados de los estudios.

El paso siguiente es sintetizar los contenidos y resultados más relevantes de la bibliografía que seleccionaste para tu revisión sistemática. Los resultados tienen muchas formas de presentarse y de organizarse. Lo ideal es sistematizarlos en unidades comunes y combinarlos cuantitativamente para estimar lo que se está estudiando.

El estimador combinado de efecto considera el peso que aporta cada trabajo. Este tipo específico de síntesis cuantitativa se denomina metaanalisis.

Muchas veces sucede que los resultados son muy distintos entre sí y, en consecuencia, no es posible agruparlos cuantitativamente. Sin embargo, esto no impide su análisis cualitativo.

6. Conclusiones e inferencias.

Una vez analizados y expuestos los resultados, sigue la redacción de la revisión. Las conclusiones se elaborar teniendo en cuenta:

-Cantidad y calidad de los trabajos seleccionados.

-La dirección y magnitud de los efectos o asociaciones encontradas.

-Los intervalos de confianza.

-La homogeneidad de los trabajos.

-La posibilidad de generalizar los resultados utilizándose en otros casos.

En las conclusiones se incluye, además, algunas recomendaciones sobre el modo de aplicar lo que se explicó en la revisión y cómo podrían influir en cada caso.

Finalmente, las revisiones aportan algo muy importante: las brechas de investigación. Esto significa que explicitan las áreas de conocimiento en las cuales la información es insuficiente, ya sea por la calidad o por la cantidad. En este sentido, es aconsejable leer las revisiones para informarse en qué áreas es necesario y conveniente investigar.

Características de una buena revisión sistemática

Para que tu revisión pueda servir a otros profesionales, tiene que cumplir con las siguientes características:

  • Claridad en la formulación de objetivos.
  • Diseñar una metodología y un protocolo explícito y aplicable en otros contextos.
  • Realizar una búsqueda exhaustiva de los estudios vinculados a la temática.
  • Evaluar reiteradas veces los hallazgos obtenidos.
  • Efectuar una buena síntesis de los resultados y procurar una presentación adecuada de los mismos.
  • Todas las etapas deben revisarse según el protocolo de investigación. Por las continuas observaciones de las fuentes seleccionadas es que las revisiones sistemáticas ofrecen excelentes aportes. Por eso, debe aplicarse el protocolo en todos los métodos de búsqueda.
  • Si se cumplen con rigurosidad cada una de las etapas, las revisiones sistemáticas ahorran los tiempos de búsqueda de cualquier profesional que comienza una investigación. Esto se debe a que, en un mismo documento, se resumen y actualizan los conocimientos existentes hasta el momento de un tema.
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